En el año 2004 muchos colegas y participantes de sistemas andragógicos pidieron a Amauta Internacional la coordinación de un Equipo para definir las competencias necesarias para poder ejercer efectivamente la profesión de facilitación en América Latina.
Para esta misión Amauta Internacional consultó múltiples fuentes e inició diferentes acciones entre las cuales estuvieron:
- Revisar y evaluar las competencias definidas y las investigaciones hechas por la Asociación Internacional de Facilitadores (IAF), el Instituto Nacional de Facilitación (NIFac), el Instituto de Asuntos Culturales entre otros.
- Asumir el reto de las nuevas ciencias que exigen nuevos modelos y nuevas tecnologías de la facilitación de sistemas auto-organizados y auto-administrados.
- Contextualización en la realidad Latinoamericana.
- Revisiones de grandes teóricos como: Gilbert Brenson - Lazan en su obra "Facilitator´s Fieldbook", Las conductas de ética profesional de Simon Priest (2003), entre otros.
Un equipo formado por 25 facilitadores latinoamericanos construyó el documento que luego fue finalmente redactado por el Dr. Gilbert Brenson y el cual fue titulado: Competencias Básicas de facilitación en América Latina. Dicho documento resume 11 competencias que nombramos a continuación:
1. Auto-gestionar su propio crecimiento integral (actualización, proactividad, coherencia, alegría).
2. Planear la intervención con sus participantes (alianzas, estrategias, metodologías, contextualización).
3. Establecer una relación de confianza y credibilidad con el grupo.
4. Gerenciar efectivamente los recursos disponibles (tiempo, energía, material didático, entre otros)
5. Guiar el desarrollo de los procesos grupales (adaptación de procesos y contenidos, empatía, escucha activa).
6. Usar y propiciar una comunicación efectiva (lenguaje adecuado, preguntas, procesos dialógicos)
7. Estimular la participación individual y colectiva (inclusiva, constructiva)
8. Gestionar procesos adecuados para la toma de decisiones.
9. Estimular y potencializar la creatividad (Aprovechar la diversidad, expresividad, innovación).
10. Manejar apropiadamente las conductas disociadoras (Prevenir, reconocer, neutralizar y reenfocar las conductas distractoras y disfuncionales en el grupo asimismo proponer herramientas para resolver los conflictos que se generen)
11. Propiciar reflexiones y compromisos colectivos e individuales.
Como vemos la labor del Facilitador de Aprendizajes es de mucha responsabilidad, flexibilidad y compromiso. Asumir este rol nos llena de retos que nos ayudarán a seguir creciendo personal y profesionalmente.
Para finalizar les dejo una frase de Freire: "Mi voz no tiene sentido sin la voz del grupo... lo invito y desafío".